Dos historias de "buen rollito" (Oasis y Coldplay)

Según asegura Chris Martin, el líder del grupo Coldplay, las relaciones entre los miembros de la banda se deterioraron durante la grabación de su último disco 'Viva la Vida or Death and All His Friends' de tal manera que "ni siquiera nos hablábamos. Cada uno se ponía en su esquina de la oficina en un bloque de edificios. No había buenas sensaciones". La banda necesitó de la producción del legendario Brian Eno (David Bowie, U2 y muchos más) para crear un ambiente de camaradería, aunque fuera de forma artificial: "Cada uno hacíamos nuestra parte y luego llamábamos a Brian", afirma Martin.
Por su lado, el antiguo batería de Oasis, Zark Starkey, hijo del Beatle Ringo Star, abandonó el grupo la pasada semana, pero la banda no ha tardado en encontrar recambio con la incorparación de Chris Sharrock, antiguo de Robbie Williams. El fichaje de Liam y Noel Gallagher se debe supuestamente a la decisión de Williams de alejarse momentáneamente de la música (quizás para buscar platillos volantes). Sin embargo, una fuente cercana ha asegurado que el "robo" va a "desquiciar" a Robbie. "Como todo el mundo sabe, están lejos de ser buenos amigos, pero Chris estaba desesperado por tocar", asegura la misma fuente, que recuerda cómo se torcieron las relaciones cuando Noel llamó a Robbie "el bailarín gordo de Take That" y Robbie le calificó de "enanito gruñón".