Va de música

Presente, pasado y futuro.




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viernes, julio 11, 2008

Cuidado con la música que oyes cuando vas de compras y bares (casi mejor que te pongas tapones en los oídos)

Distintas investigaciones han confirmado conductas humanas claramente ligadas a la música, como, por ejemplo, una disposición a determinada celeridad o lentitud a la hora de comprar en una determinada tienda, o de disfrutar de una cena en un restaurante, en función de la melodía que se escuche de fondo, dependiendo de si es más o menos movida. Así, al igual que el Flautista de Hamelín se deshizo de una plaga de ratas al compás de su flauta, las conductas humanas son dirigidas parece que irremediablemente por la música.
El experto Adrian North, de la Universidad Heriot Watt (Edimburgo), indica que también se puede incitar mediante la música a un cliente a que se decida a continuar caminando y mirando por un establecimiento en concreto o a que suba hasta plantas superiores de un mismo centro comercial, a partir de ritmos alegres, populares, modernos.
Con músicas más sensuales o excitantes, por ejemplo, los clientes suelen comprar productos más divertidos o frívolos. Se ha demostrado que una persona acompañada de música clásica puede gastar hasta un 20 por ciento más por un mismo producto y en una misma tienda. Se ha comprobado que cuando los consumidores son acompañados de música francesa de fondo, el cliente compra productos galos, mientras que con melodías alemanas, el usuario opta por artículos germanos, como puede ser la cerveza; y lo mismo ocurre si lo que suena es estadounidense, pues suelen incrementarse las ventas de bebidas tales como la Coca Cola.
Las empresas son cada vez más conscientes del poder de la música en las decisiones de sus clientes tras conocer que las distintas melodías afectan a las emociones y que éstas a su vez ejercen gran poder en los comportamientos de compra.
Una próximo estudio se va a centrar en comprobar ahora qué matices podría tener el agua en el paladar de las personas, de acuerdo a la música que escuchen, y si su cualidad de insípida tendría matizaciones dependiendo de la música de fondo que se oiga (pop, rock, clásica, etc) aunque al respecto ya existe una investigación londinense parecida con respecto al vino cuyas conclusiones desvelan que las personas cambian en un 60 por ciento su percepción del sabor del caldo que degustan dependiendo del tipo de música que oyen en ese instante.