Asustando al personal en el Reino Unido

La Industria Fonográfica británica (BPI) está dispuesta a acabar con las descargas ilegales de música como sea y utilizando los métodos que sean, y para ello pretende obligar a los proveedores de servicios de Internet a enviar cartas a los usuarios advirtiendo de las consecuencias de sus terribles actos.

Hasta ahora, Virgin Media es la única plataforma que se ha mostrado dispuesta a colaborar con esta iniciativa, y ya ha comenzado a mandar las primeras misivas. En cambio, otros proveedores como Carphone Warehouse se han negado a tomar parte en tal aberración, al menos de momento.

Según la BPI se trata de una campaña de diez semanas de duración para concienciar a los usuarios del riesgo que corren al descargar música de manera ilegal, aunque en realidad se trata de una medida encaminada a cumplir un cruel proyecto del Gobierno británico mediante el cual se acabaría desconectando a aquellos usuarios que incurrieran en este tipo de prácticas odiosas. En esta decisión han influido las medidas adoptadas recientemente por Francia, mediante las cuales se desconecta al usuario al tercer acto de piratería en el que incurran.