Los juegos eróticos de Alejandro Sanz con Valeria Rivera

Cuentan quienes le conocen que Alejandro Sanz se ha liberado al reconocer públicamente a Alexander. Y es que para el cantante no ha sido plato de gusto el hecho de que este hijo, de quien dicen es su vivo retrato, permaneciera en la sombra. Sin embargo, y a pesar de que se alegue al hecho de que la madre del pequeño deseaba que éste viviera alejado de los medios, la realidad es otra, que bien podría llamarse cobardía.

Valeria Rivera –madre de Alexander- llegó a la vida de Alejandro en forma de peluquera y masajista de Jaydy Mitchell. En aquellos días, la americana de ascendencia puertorriqueña acudía a la casa del matrimonio para ocuparse del cabello y la espalda de la entonces señora de Sanz. Estos cuidados se hicieron extensivos al artista cuando Jaydy abandonaba Miami para desplazarse a cumplir con sus entonces muy escasos compromisos profesionales. ¡Cuidado con los masajes!

Dicen que Valeria se aplicó profundamente en mimar la espalda de Alejandro. Parece que tenía por costumbre dejar caer su estupenda delantera sobre el dorso y cuello del artista. El resultado fue que Sanz no pudo resistirse a los encantos de la atractiva dama y engañó a su santa esposa. Pues, por aquellos días, él y la modelo ya habían contraído matrimonio civil en Miami. Además del amor, la pareja dio el paso de unirse legalmente para que Alejandro pudiera obtener la residencia estadounidense y así evitar los continuos viajes a España. Y es que aunque Jaydy siempre se ha presentado como mexicana, que lo es por haber nacido allí, su madre vino al mundo en Estados Unidos y de ahí que ella tenga doble nacionalidad.

A día de hoy, la prensa se interesa por conocer quiénes sabían de la existencia de Alexander. Desde luego, la madre del artista era completamente ajena a este hecho. Aunque en cuanto lo supo, tan sólo unas horas antes que el resto del mundo, pronunció: "Bueno, pues tendremos que ir a Miami para conocer al niño". Es más que probable que el encuentro entre abuela y nieto ya se haya producido, porque ella y su otro hijo, Jesús, han volado a Miami para pasar las navidades con Sanz.

Más suerte tuvo el padre del cantante, que de labios de éste se enteró del nacimiento de Alexander. Aunque el pobre hombre se fue al cielo sin conocer a tan secretísimo nieto.

Por cierto, que aseguran que el caso de Alexander no es único. Ya hay quien está sobre la pista de otra hija secreta afincada en España.

La relación entre Alejandro y Valeria nunca se ha roto. Es más, a día de hoy siguen viéndose en la residencia del cantante en Miami. El asunto es el siguiente: Sanz llama a Valeria para que le lleve a Alexander. En cuanto llegan, el artista juega un rato con su hijo. Mientras tanto, Valeria se pone su tanga, toma el sol y se baña en la piscina del cantante. Por supuesto, éste no se resiste a los encantos de la dama, y en cuanto finalizan los juegos infantiles, se originan otros de alto voltaje sexual con la madre del pequeño.