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miércoles, noviembre 07, 2007

Amenaza Prince

Yo no soy PrincePrince sigue erre que erre y ha vuelto a dar la nota con un tema que le lleva trayendo de cabeza desde hace bastante tiempo: el de su imagen. Lo último de este extravagante artista es una amenaza real y con todas las de la ley contra aquellas páginas web que se dediquen a publicar imágenes suyas. El ataque, no obstante, no es baladí, ya que Prince ha cargado directamente contra los sitios puestos en marcha ¡por sus propios fans!, los cuales, no podía ser de otro modo, han montado en cólera echándole en cara que "no soporta las críticas" y que, además, vulnera con estas medidas la "libertad de expresión". Para llevar a cabo tal tarea, el polifacético artista ha contratado los servicios de Web Sheriff, una asociación que se dedica a la defensa de los derechos de propiedad intelectual en la Red de redes, incluidas grabaciones ilegales y todo lo que tenga que ver con la piratería y las licencias de copyright.
Así, el pasado mes de septiembre, el intérprete de temas tan buenos como 'Kiss' o 'The most beautiful girl in the world', ya se puso firme para que el gigante Youtube retirara todos los vídeos colgados de forma anónima de sus conciertos en Londres (Inglaterra). Y eso no es todo, Prince tiene la idea de que cualquier portada de alguno de sus discos, cualquier imagen suya en un recital o cualquier letra de sus canciones desaparezca de la faz de Internet para siempre.
Uno de sus grupos de seguidores mayoritario, Prince Fans United, asegura cumplir "escrupulosamente" con la legalidad en este sentido. No en vano, afirma que la mayoría de las fotos que incluye en su web, son propiedad de fotógrafos anónimos que las han tomado durante actuaciones del cantante. Asimismo, recalcan que no realizan ningún negocio con su publicación, por lo que las demandas de Prince no estarían suficientemte argumentadas.
Los problemas de Prince con sus derechos vienen de lejos. Con Warner Bros ya tuvo sus más y su menos en el año 1990, cuando decidió mostrar públicamente su desacuerdo con la compañía exhibiendo en su mejilla la palabra 'slave' (esclavo). Más recientemente, ha puesto en jaque a la industria regalando su último álbum editado en Reino Unido con un periódico al tiempo que lo estaba comercializando en tiendas. Los interesados también pudieron descargárselo de varias páginas en Internet. No obstante, sus intenciones no están claras para algunos, ya que las órdenes de registrar a los asistentes a sus conciertos persisten. Nada de fotos ni vídeos hechos con móviles o cámaras que puedan difundirse horas después por medio mundo.