Recibirá un subsidio de 400 euros por su adición al heavy metal

Según un juez, Tullgren "no puede desempeñar su trabajo sin someterse a intensivas sesiones de heavy". El magistrado aclara, además, que en muchas ocasiones las mismas representan un problema para que desempeñe bien su empleo.
Todo comenzó cuando despidieron, una vez más, a este fanático que durante 2006 asistió a más de 300 recitales. La adicción de Tullgren se inició cuando en el año 1971 su hermano mayor le hizo escuchar un disco de Black Sabbath.
Desde hace 10 años le solicitaba a la Justicia sueca que le reconociera su pasión musical como una dependencia que le generaba problemas, y ahora lo ha conseguido. Finalmente, el fanático ha obtenido una respuesta y ahora podrá trabajar sólo media jornada y recibir 400 euros mensuales extras.
Tullgren desempeña ahora una labor como lavaplatos y su nuevo jefe le permite vestirse con las prendas características del heavy metal: de cuero y cargadas con tachas.
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