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martes, noviembre 07, 2006

El creciente interés por la música antigua

El creciente interés por la música antigua que se vive en Europa, donde se rescata del olvido gran parte del repertorio, y las interpretaciones historicistas con instrumentos de época que conquistan al público más joven, se contagian a China.
El gigante asiático recupera el estudio y el gusto por la música culta, sobre todo del repertorio más conocido, clásico y romántico, después de ver arrasado su panorama musical por el incendio de la Revolución Cultural (1966-1976, cuando incluso Beethoven era condenado como burgués y antirrevolucionario). Pero los rápidos cambios económicos y sociales también calan en sus círculos musicales, y los intérpretes y fabricantes de instrumentos extranjeros consagrados a la música antigua detectan un incipiente interés por el barroco en el país asiático. En Asia, 'las próximas naciones que tendrán curiosidad por la música antigua serán China e India', tras Japón (que 'ya es como Europa', con un público de música culta bien formado y entre los más maduros y exigentes), vaticina el director del grupo napolitano La Cappella della Pieta de Turchini, Antonio Florio. 'Allí donde hay una evolución económica la gente puede empezar a dedicar una parte de su mente a la cultura', y en el caso de China el público interesado tiene curiosidad y carece de prejuicios, 'está muy abierto, tiene una gran sensibilidad en su manera de escuchar una música tan lejana geográficamente', añade Florio. Su conjunto ha dado que en los últimos días, dentro del Año Cultural de Italia en China, conciertos en cuatro ciudades del país pero le ha resultado imposible encontrar un clavicémbalo incluso en una ciudad dinámica y cosmopolita como Shanghai. 'El 99 por ciento de los chinos no ha visto jamás un clave, y lo primero que me preguntan es si se trata de un piano', revela Vincent Criot, representante del taller artesanal del francés Marc Ducornet, que ha construido claves para grandes intérpretes como Gustav Leonhardt, William Christie o Christophe Rousset. Instrumentos de época como el clave, la viola da gamba o la tiorba, que fueron sustituidos paulatinamente por fortepianos y pianofortes, violas, violoncelos, guitarras y otros instrumentos contemporáneos tras la caída del Antiguo Régimen, reaparecen ahora en el panorama musical europeo, y empiezan a asomarse a China. Ducornet, animado por su experiencia pionera del año pasado, cuando dentro del Año de Francia en China el conjunto Les Arts Florissants trajo a Shanghai la comedia-ballet barroca 'Les Paladins', de Rameau (1760), dirigida por Christie y con un clave de su taller, presenta el instrumento a los músicos locales. 'El clave es muy desconocido en China. Hay dos o tres instrumentos en el país', uno de ellos en el conservatorio de Pekín, aunque 'no hay ni profesor ni tampoco estudiantes', cuenta Criot, que estuvo presente en la reciente feria de la industria musical Music China 2006, celebrada en Shanghai. En su opinión, 'esto va a cambiar. Hace falta tiempo, pero yo creo que el público chino tiene una cultura musical bastante abierta, y todo el mundo conoce el piano', afirma. 'Hay un seis por ciento de la población china que tiene un piano en casa, así que un instrumento del siglo XVII o del XVIII, que suena diferente, crea mucho interés entre los pianistas locales, y entre el gran público también', asegura. 'En Corea la gente empieza a escuchar la música anterior a Mozart, incluso los jóvenes, porque a quien le gusta la música tranquila y profunda le gusta la música antigua. Y en China puede empezar a pasar lo mismo', afirma la violagambista surcoreana Myung-Sook Jung. Muestra su admiración por intérpretes españoles como Jordi Savall, que puso la viola de moda en Europa después de ocuparse de la banda sonora de la película 'Tous les matins du monde' (1991, Todas las mañanas del mundo), de Alain Corneau. 'No se trata de una música de elite, como se pretende', subraya Florio, 'tanto es así que el público de la música barroca es un público mucho más joven que el del teatro lírico'. 'Hay muchas oportunidades, porque es una música que de pronto ha atraído al público joven, lo que quiere decir que (tanto en Europa como en China), si se cultiva, encontraremos que puede despertar un gran interés', concluye.