Travis

Es ésta una de esas bandas que desatan pocas hostilidades, por no decir ninguna. Primero porque no son nada presuntuosos; y segundo, porque su música suena tremendamente honesta. Sus canciones tienen un punto adorable que llaman por sí solas a las buenas intenciones. Es ese halo de paz y amor que destilan clásicos de su repertorio como 'Sing' o 'Flowers In The Window' el que ha marcado una sólida carrera a este grupo. Otros temas como 'Why Does It Alwais Rain On Me' y, en general, los que contiene su álbum más inspirado hasta la fecha ("The Man Who", 1999) se balancean en una dulce melancolía que parece buscar la luz desde la oscuridad.

En "The Boy With No Name", su quinto álbum, Francis Healy y los suyos siguen por las mismas sendas, aunque ya no llueve tanto. Eso está bien. Parece que el desencanto postadolescente ha dejado paso a cierto brío de optimismo. Valgan como ejemplo 'Selfish Jean' -el corte más inspirado de este trabajo- o el tema que se esconde detrás de 'New Amsterdam' (incomprensiblemente tapado), dos de los mejores momentos del trayecto al que nos invitan. Otras piezas notables como 'Closer', 'Big Chair' o 'One Night' nos devuelven a los Travis de siempre en un disco que no defraudará para nada a sus seguidores.

El track-list del álbum es el siguiente:

01. Times And You Lose
02. Selfish Jean
03. Closer
04. Big Chair
05. Battleships
06. Eyes Wide Open
07. My Eyes
08. One Night
09. Out In Space
10. Colder
11. New Amsterdam