Keith Richards se esnifó las cenizas de su padre muerto

El Rolling Stone Keith Richards ha dejado estupefacto a sus muchos fans al contar la macabra historia de que al fallecer su padre mezcló parte de las cenizas de éste con cocaína para luego esnifarlas y, en pocas horas, ya ha dado la vuelta al mundo.

Jane Rose, manager de los Rolling, consciente del daño que puede dar esta noticia a la imagen del conjunto, se ha apresurado a desmentir las declaraciones del guitarrista e intenta hacer creer ahora que todo no es más que una broma.

Todo ocurría cuando un periodista le preguntaba a Keith qué era lo más raro que había aspirado en su vida, a lo que el compañero de Mick Jaggers contestó: "Mi padre. Aspiré a mi padre. Fue incinerado y no pude resistirme a mezclarlo con un poco de coca. A mi padre le habría dado lo mismo", decía Richards. "Bajó bastante bien, y aún estoy vivo", añadía.

El padre del guitarrista, Bert Richards, obrero de una fábrica, murió en el año 2002 a los 84 años de edad. Las relaciones padre-hijo nunca fueron muy buenas e incluso dejaron de hablarse durante veinte años.

Cuando hace 34 años nació la hija de Keith, Angela, la situación mejoró y el abuelo se hizo muchas veces cargo de su nieta mientras Keith estaba de gira.

Richards es conocido como una de las figuras más salvajes del mundo del rock. A lo largo de la polémica entrevista en la que habla de las cenizas de su padre hace hincapié en que su supervivencia ha sido fruto de la suerte, al tiempo que desaconseja a los músicos jóvenes imitarle.